El estrés como mal del siglo XXI que nos aqueja a todos por igual cuando nos encontramos en una situacion de tensión o riesgo; tiene su cabida en el día a día de los trabajadores del mundo, y aquí en mi ciudad, Barranquilla, no se escapan de él. El estrés laboral se produce por la respuesta a una serie de factores estresantes que aparecen en la empresa mientras se desempeña la jornada de trabajo, que por cierto se pasa de las horas reglamentarias con extras incluidas en muchos casos.
La respuesta del estrés a los estímulos estresantes se da de dos maneras:
Biológica: cefaleas, tensión muscular, hiper/hipo tensión, sudoración, vómitos, entre otros.
Psicológica: ansiedad, falta de concentración, ira, desesperación, baja autoestima, entre otros.
Toda esta sintomatología puede variar de acuerdo a la persona, pero algo que si es común en el ámbito laboral, es que afecta el desempeño de los trabajadores dentro de la empresa y el clima o ambiente organizacional, y si lo vemos desde otros contextos, es llevado al hogar y a las amistades, rompiendo vínculos, afectando la vida en todos sus aspectos.
RELACIÓN CON EL OCIO
Vemos que en los casos que se manejan más estrés laboral, hay un recorte de tiempos libres significativo, y por ende, de tiempos de ocio los cuales son muy pocos o en algunos casos hasta eliminados. Y esos poquitos tiempos dedicados al ocio son destinados a actividades que en algunos casos son dañinas en un mediano y largo plazo, como puede ser llegar del trabajo a ver televisión, restringiéndose la posibilidad de explorar nuevas actividades y generando cambios en la rutina del poco tiempo de ocio del que se dispone para generar una mayor satisfacción, dándole una tendencia terapéutica a la actividad que se realiza en este corto tiempo.
Cada vez más, el enfoque se va agudizando para llegar a una problemática completa y por ende a un problema en el que se pueda intervenir con diseño para solucionarlo! Nos vemos en la próxima entrada!
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